viernes, 13 de julio de 2012

ña Pao, belleza irresistible


Considerando que mis obligaciones laborales requieren que me levante a las 5 de la mañana, lo hago, de lunes a viernes. Pero no soy de esas mujeres que se levantan de un salto y salen luciendo regias, listas para llevarse el mundo por delante. Mas bien da la impresión cuando salgo por la mañana que me lié lo primero que encontré y me arrastré hasta el trabajo con los ojos a medio abrir. A eso de las 8 comienzo a parecer un ser humano normal, lo cual es un poco inconveniente dado que interactúo con gente desde las 6.

Ahora, teniendo todo eso en cuenta, necesito contarles lo que me paso esta semana. Todavía era de noche cuando salí de casa, y era un día bastante frío para nuestros lares, 4 grados. Yo soy totalmente proclive al frío, así que eso dentro de todo me pone de buen humor. Pero como todos los días, me lié lo primero que encontré y salí a la calle. Si nos llegamos a encontrar en esas condiciones, les ruego no juzguen mi gusto por la moda por lo que tenga puesto. Mis elecciones de vestuario a las madrugadas no representan en lo absoluto mi capacidad de producción en horas mas adecuadas. 

Ya cerca del trabajo, en uno de los un millón doscientos mil semáforos que hay en el camino, veo que un joven caballero del auto de al lado me mira insistentemente. Ahora, yo escribi en el pasado sobre el tema de la variopinta manada de gente que se encuentra en el transito asunceno diario, pero este señor en cuestión parecía determinado en su misión de mirar hacia mi lado. De hecho, el minuto que le mire, comenzó a sonreír..tímidamente primero, y después abiertamente. Finalmente levanto la mano y me hizo la señal universal de ok con el dedo pulgar levantado.

En los cinco segundos en los que transcurrió esto, yo pase por varios estados, a saber, 

primero indignación:

-"como se atreve este badulaque a venir a mirarme con ojos de avestruz en celo, atrevido"- 

posteriormente moralismo:

-"le pongo cara de ESTOY CASADA y si me mira un segundo mas le levanto la mano para que vea mi anillo, que se pensó este, que puede tratar de levantarme en el semáforo, desubicado"- 

y finalmente un poquito, solo un poquito de alegre reafirmación de mi autoestima:

-"mirá ña Pao, las 6 de la mañana y recibiendo miradas de aprobación, por lo visto a la madrugada es mi mejor hora. Belleza natural, que le dicen. Pobre muchacho, no puede evitar, mirá como te hace al pelo!"-

por supuesto, y como corresponde a una dama, en ese segundo desvío la vista de mi enarbolado admirador, cuando miro al retrovisor para chequear que alguien avanza y me doy cuenta lo que me puse por la cabeza antes de salir..

el rostro de la seducción
Aparentemente, el inocente prójimo era un gran admirador, pero no mío, sino de Angry Birds.

Y aparentemente tengo delirios de grandeza a la madrugada. Sabrán disculpar.


2 comentarios:

Angélica Sánchez de Gavilán dijo...

me rio contigo! me encanta!!! mi dosis de humor de hoy, ya le faltaba un poco de eso :)

Unknown dijo...

Buenísimo Pao, me encanta ese tu buen humor y lo mejor de todo, "poder reirse de uno mismo"... éxitos siempre!!!

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