jueves, 8 de julio de 2010

Moveeete pue bolud...



Tengo un problema con el conducir. Conducir el auto, digo. No me gusta estar en medio del tráfico. Pero no me gusta queda corto para explicar el efecto que tiene sobre mi estar atascada en medio de un montón de autos, bocinazos, gritos y el infaltable calor de Paraguay. Me hace mal, físicamente. Me altera, me deprime. Se me ha visto llorar. Ahora, conducir en la ruta vacía o de noche, cuando no hay nadie, es otra cosa, pero claro, eso les gusta a todos..

Y en mi querido terruño, hay cada especímen al mando de un auto, que son dignos de clasificar..y como paso tanto tiempo dentro del auto al día, lo hice. Hoy les presento mi clasificación de tilingos al volante:


-El que maneja con un brazo afuera: si estás apurado, estás frito. Este tipo piensa que es protagonista de su propia película y cree que es cool como el tipo de Miami Vice, no planea ir a más de 30 por hora y que se jodan los que están atrás. Puntos menos para vos si le bocinás, puede que con el brazo que tiene colgado afuera, levante la mano y te pele el dedo del medio; como te atrevés a arruinar su paseo, maleducado que andás.

-La señora con la nariz pegada al parabrisas que les lleva a sus chicos al cole: o sus variantes, que les busca del cole, que les lleva a la danza, el futbol, lo que quieras. El punto es que esta querida señora solo usa el auto para estas andanzas, y sea por la seguridad de sus tesoritos que te sacan la lengua desde la ventana, o sea porque no soporta la idea de ir a más de 20 por hora, no te va a permitir avanzar, simplemente porque ignora olímpicamente tu presencia. Se ubica a 20 metros del auto que esté delante de ella, trayendo una cola de 6 autos detrás, para en el semáforo cuando está en amarillo, anda por el medio de la calle y no te deja adelantarte ni moverte, y debe tener los oídos tan cerrados por causa del griterío de su prole, que no escucha los alaridos rogándole que avance, por el amor de Dios.

-El dj ambulante: este es una joyita. Generalmente se pasea enfundado en gafas de sol y cadenas de oro en camionetas hilux o 4x4 vía Chile, o Mercedes de misma procedencia. Va con las 4 ventanas abiertas y con un equipo de sonido que ocupa la mitad de su rodado, con la música puesta para que le escuchen hasta Indonesia y capaz de producirle migrañas al más impertérrito. Y por supuesto, la música no es Mozart, exactamente. Tiende a ser reggaetón con un tipo aullando que te va a dar “por el trasero, mami, por el trasero” o cumbia villera de algún personaje que llora porque una bandida le dejó por su mejor amigo. El cree que le hace un favor al mundo, compartiendo su música, y a mí me dan ganas de hacerle un favor al mundo tirándole una bomba molotov.

-El que no tiene basurero en su casa: ah, la mala herencia de nuestros ancestros. La costumbre de tirar en cualquier lado todo lo que ya no usamos. La gente en nuestro país en su gran mayoría tiene un enorme problema con entender que LA BASURA VA EN EL BASURERO. Y no solo la gente desde sus autos. Me toca ver a diario gente desde colectivos, carretas, motos y cualquier cosa que se mueva tirar todo lo imaginable. Entiendo que tengan el estómago duro y no les dé asco tirar la sobra de su empanada, la cáscara de su banana, la botellita de su coca, la lata de su cerveza, pero lo que no entiendo es como no les da vergüenza evidenciar que sus casas deben ser un basural, considerando su etiqueta con los desechos. Sinceramente, este tipo de conductores es el que más me afecta. He llegado a descolgar la mitad del cuerpo preguntando si no tenía vergüenza. Obvio, casi ninguno tiene. Es un laburo educativo que tenemos que hacer para todos. Mientras tanto, vamos a seguir con las calles llenas de mier..

-El histérico que te bocina en el semáforo: este está tan pero tan apurado que tiene un sexto sentido que le indica cuando va a ponerse verde la luz en el semáforo. Y si estás adelante te va a bocinar tanto que uno se queda pensando que debe tener una emergencia sanitaria por eso pretende que tu modesto autito arranque a 200 kmph apenas dé verde.

-El bocina ramó (o el que tiene bocina nueva, para los que no entienden guaraní): esta variante tiene la misma conducta que el de arriba, solo que bocina ante cualquier circunstancia. Y bocina con enjundia, como si se le fuera a agotar la cantidad de bocinazos que tiene y quisiera aprovechar todo lo posible.  Si ponés señalero para doblar, si te le adelantás, si te adelanta, si le mirás, si le ve a algún conocido en la calle, si hay un perrito cruzando, si le gusta un cartel, si hay una chica linda en la vereda. Lo que se te ocurra, este pintoresco siempre está listo para aportar al ensordecimiento colectivo.

-El de síndrome de tourette: estos vienen acompañados normalmente por señoras que ceban mate o tereré que no saben donde meter la cara ante el papelón de la boca de cloaca del conductor. A veces la boca de cloaca la tienen las mujeres, pero en mi experiencia, el grupo dominante en este tipo de conductores son hombres. Basta con que cometas cualquier tipo de error o de ofensa en su contra (por ahí se te ocurre salir cuando ellos están viniendo, o cualquier otra situación) y mientras te pasan por al lado te descargan una sarta de profanidades que hacen sonrojar al más experimentado. Los reos de Tacumbú quedan como los pitufos al lado de estos impresentables que te dicen a donde podes irte entrando en la parte privada de tu madre de dudosa profesión, mientras vas al baño a hacer el número 2, y te declara hija de alguien que sabes que no es tu progenitora y que te vayas al espacio ubicado en la parte más alta de los mástiles de las antiguas carabelas españolas.

En fin, con esto termino por hoy. Tengo que dejarles, me espera un buen rato al volante en la siempre divertida jungla del tráfico asunceno.

2 comentarios:

Javier dijo...

Jajajaja... Muy acertado el análisis, como siempre ÑP! Es una fauna peculiar la motorizada, con rasgos comunes en cada rinconcillo del globo, con sus matices claro está. Pienso en algunas sugerencias para una hipotética ampliación de este post: los conductores con dislexia y daltonismo combinado, los delivery-en-moto del Emperador Hirohito, Los taxistas-remisseros TDAH, etc. Bueno, sólo sugerencias. Besos!

magdalena mirgranha dijo...

Aaaaaah!!! gracias por escribir esto!! Pao,como me reí! y me creía la única loca que llevaba una clasificación detallada de la gente que anda por la calle! A mí lo que me pone histéricaaa es la bocina sin duda alguna..

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