martes, 30 de junio de 2009

Obsesión

Tengo que admitir.. de todas las cosas que pensé que me podían pasar, esto es lo último.

Cuando los Loco mía eran la versión latina y poco definida sexualmente de los New kids on the block y todas desmayaban con el movimiento de sus abanicos, yo suspiré de tedio y miré a otra dirección.


Cuando las Spice Girls reinaban en el mundo y todos andaban con esos ridículos zapatos de plataforma y ensayando coreografías de “wannabe”, yo ni moví las pestañas.


Cuando Ricky Martin lanzaba “livin la vida loca”, Madonna se declaraba enamorada de el, y tomaba por asalto los Grammy del 2000 (o era del 2001?) bostecé y partí a leer La Babosa.


Cuando todos salían desmayados de las salas de cine al ver Titanic, y la parafernalia atacaba al mundo de forma tal que encontrabas la cara de Leonardo di Caprio en encendedores (todavía sigue sin gustarme, aunque con los años lo encuentro levemente digerible, a di Caprio, no a los encendedores) yo me partí de risa con mi hermano y nos comimos una pizza de Pancholos cada uno.


Pero esto.. empezó durante un viaje al campo donde para entretenimiento solo teníamos la mac de Hori y las películas que bajó de Amilcar (salud, pequeño saltamontes) entre las cuales estaba el fenómeno adolescente post-Harrypotteriano: Twilight. La vimos sin otra actividad en perspectiva, y mientras decidía que Robert Pattinson está creciendo muy bien (lo conocí en su faceta de actor de soporte con la saga de Harry Potter y el delirio de enamoramiento platónico de Dagggmy que me llevó arrastrada al cine y a ver las películas en casa quichicientas veces) y Kristen Stewart tiene un solo rango actoral, empecé a prestar atención a los parlamentos, y a un ligero aleteo en mi estómago (podía ser hambre en ese momento, no sé).. finalmente, y de regreso y a salvo en la urbe, o lo que sea que tengamos en Asunción, empecé a investigar, y resultó que un grupo de compañeras de la agencia estaban en nivel obsesión con la historia. Recibida con el grito incrédulo de “TODAVIA NO LEISTE LOS LIBROS!?? LEEEEEE” decidí poner ojos a la obra y empecé con el primero de los 4 y medio que forman la saga de Stephenie Meyer, mamá ama de casa convertida en sensación literaria. Terminé los 4 y medio en dos semanas de leer sin dormir y dando una atención mediocre a cualquier otra cosa en mi vida.


El resto es un viaje del que todavía no me bajo. Volví a recordar como me sentí a los 16 y la sensación de abandono absoluto en la primera infatuación. La sensación de quemazón sin sentido que solo volví a experimentar cuando tuvo todo el sentido y yo estaba en dominio completo de mis facultades y emociones (Dios, y Hori). El motivo es leer una historia de la insulsa chica que a sus ojos no es la más linda del colegio (no lo fuimos todas?), pero que curiosamente se arregla para llamar la atención de propios y extraños. Y la creación de uno de los personajes masculinos más nobles, torturados, tiernos y generosos que leí en mucho tiempo. No va a ganarse el Nobel de literatura.. pero me agarró (para frustración de Hori, que sospecho tenía en mejor estima mi capacidad de selección en materia de libros), y me llevó de regreso a la adolescencia, a sentirme incómoda en mi propia piel, debatirme entre querer toda la atención y no querer que me mire nadie y recordar lo que se sentía pensar que me moriría sin remedio si mi amado me abandonara. Está bueno, pero eso no significa que voy a hacer apología como miles de blogs alrededor del planeta, ni a hacer campaña para que la segunda parte de la saga rompa récords de taquilla en el cine. Simplemente ahora está bueno para mí, y ya que estamos y este es un blog y por lo tanto puedo escribir lo que me da la regalada gana, comparto con las que quieran (y el que quiera pero se rehúse a admitirlo) las frases más adorables que encontré del absolutamente imposible Edward. Enjoy:


I struggled to find words to name the feelings that flooded through me, but I had no words strong enough to hold them. For a long moment I drowned in them. When I surfaced, I was not the same man I had been
Did she hear how my voice wrapped around her name like a caress?
And by the way, I adore you…in frightening, dangerous ways
I love you too much, for your good or mine
Love doesn´t always come in convenient packages
Anything that pleased her was in my good graces
Human eyes were clouded, they saw nothing clearly. How could this small-minded woman find my physical lures-snares for prey-so attractive, and yet be unable to see the soft perfection of the girl beside me?
My silent heart swelled with hope more intense than I could ever remember
I stared into her eyes, wide under the think fringe of lashes, and yearned for sleep. Not for oblivion, as I had before, not to escape boredom, but because I wanted to dream. Maybe, if I could be unconscious, if I could dream, I could live for a few hours in a world where she and I could be together. She dreamed of me. I wanted to dream of her.
She was in pain. How had I allowed this?
She couldn´t love me the way I loved her –such an overpowering, all-consuming, crushing love would probably break her fragile body.
And being with her was the greatest happiness I´ve ever known.
How could she not realize that she was the most beautiful, most exquisite..those words weren´t even enough.
Her existence alone was excuse enough to justify the creation of the entire world.

Ataque de los part-time zombies

Qué dispositivo hay en el cerebro de los hombres que los incapacita a dar respuestas coherentes a ciertas horas del día?

Cada uno de ellos tiene una programación particular, por supuesto, no voy a cometer el faux pas de meterlos a todos en la misma bolsa, no me vayan a caratular como feminista amargada y obtusa; pero según mi recientemente adquirido status de miembro de una oficina en la que la blatante mayoría somos mujeres y tenemos la posibilidad de observar a nuestros queridos compañeros de cerca debido a la cantidad grotesca de tiempo que pasamos juntos a diario, llego a esta conclusión.

Los hombres tienen un rango de reacción menor, cercano al sueño REM, a horas específicas del día, diferentes horarios en cada caso, puede ser, pero igual característica en todos y cada uno.

El otro día, había estado recuperándome de una poco común gripe, de esas que me agarran una vez al año y me forzan a soportar el tedio de quedarme quieta en la cama y tener que leer libros que por la situación forzosa de inmovilidad, me resultan insulsos (por muy interesantes que me parecieran antes o después).. en síntesis, Hori había superado sus habilidades de enfermero con un despliegue impresionante de sopita en sobre (la tipo crema, la simple me da asquito) con tostaditas y mantenerme liada cual rollo primavera con una frazadita en el sofá. En algún momento tenía que terminar y volver a la rutina.

miércoles, 24 de junio de 2009

queriendo volver..

pasaron unos meses...unos muchos.. pero no por eso se me agotaron las historias.. es más, creo que son tantas que con el fin de evitar el olvido (porque ya se me olvidaron unas cuantas) voy a intentar volver..

de a poquito, porque volver no siempre es fácil..
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