viernes, 7 de junio de 2013

ña Pao presenta: un cuento del esposo.

El esposo me hizo llegar su regalo de aniversario, y con su permiso, quise compartir con ustedes. Es un cuento escrito por el...

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Hoy a la mañana en un entresueño me encontré conmigo.

Conmigo, pero más joven, un poco más flaco. El estaba vestido todo de blanco y yo como suelo dormir, osea en calzoncillos. Como era afuera de una iglesia sentí un poco de vergüenza de que alguien me viera así y me escondí detrás de unos tachos. No recordaba como llegué y no se me ocurrió pensar que tal vez fuera un sueño. Cómo sea, me vi. Vi a mi yo más joven todo de blanco, afuera de la iglesia, estaba como esperando…le chisté y él se acercó (o me acerqué). Me vió y se asustó, me asusté, nos asustamos. Primero supongo por ver a un tipo en calzoncillos…y después por el gran parecido. Gran parecido, digo porque no estabamos iguales, el estaba un poco más joven, más flaco, con el pelo largo (como yo lo solía usar)-

-Qué querés? …no tengo tiempo, la novia va a llegar en cualquier momento- me dice...

¿y no querés saber quien soy yo,?- le digo.

-Si, si, me imagino que sos mi yo del futuro que viene a avisarme acerca de eventos por venir-

–y cómo suponés todo eso? – le dije. 

Me miró poniendo un gesto de obvio -Y …porque te parecés a mi, pero un poco más viejo y estás en bolas.

-¿Y que tiene que ver que esté bolas…? –

-Por Terminator, obvio…¿no viste que terminator viaja al pasado en bolas…?

-Buen punto-le contesté- en realidad no sé como llegué acá, pero por el momento en que llegué y al lugar al que llegué, supongo que vengo a hablarte de mi matrimonio…del nuestro.

-No sé si quiero saber….salí a tomar aire nomás, hace calor ahí adentro y ella está atrasada casi una hora, eso me pone un poco nervioso.

-tranquilo, todo va a salir bien-le digo.

Se queda pensando en eso último y después me dice- ¿me decís por ahora o por el futuro?-

-Me dijiste que no sabías si querías que te cuente del futuro…respeto eso-

-Es que, si venís a advertirme para que no me case con ella, vas por mal camino. Yo no soy vos, no voy a meter la pata…sea lo que sea que hayas hecho. Y el futuro…que venga, lo voy a vivir con ella –

-En realidad no vengo a advertirte acerca de nada, tal vez a aconsejarte…-

Hace silencio y se queda mirando lejos, como masticando bien la pregunta que me va a hacer. Después dispara: -¿sos feliz?-

Yo le retruco- ¿Vos sos feliz?-

Me mira, y con orgullo me responde: -hoy es el día más feliz de mi vida-

-Te creo…- le respondo. -Pero acá va mi primer consejo: me hubieras preguntado si somos felices, ella y yo.  Acordate que ya no vas a estar solo…a partir de hoy  sos responsable también de la felicidad de ella, al menos dentro de lo que puedas hacer. El resto está más allá de lo que podamos hacer, no podemos más que mantenernos cerca de Dios…

-Nunca lo vi así- me dice.

-Yo sé, eso descubrí un tiempo después de que nos casamos-

-¿Somos felices?- vuelve a preguntar.

-Sí, gracias a Dios…pero la felicidad no es fácil- le aseguro.

-¿Osea que van a haber peleas?-

-Claro que sí. Como la de la mayoría de los matrimonios que admiramos. El tema no es que se peleen o no, sino lo que hacen después de esas peleas.  Además, es mucho más lo que la quiero que lo que me gustaría ganar una peleíta.

-¿Peleita?-

-Sí, peleíta. Cualquier pelea cuando se esta llevando a cabo parece algo de proporciones titánicas. Pareciera que nunca se va a terminar…o lo que es peor, que es el final de todo.
 Lo cierto es que después, te das cuenta que simplemente son anécdotas. De las que hasta te podés reír.  Era una… peleíta.

Mmm…entiendo

-Podés  hacer una cosa- prosigo- para evitar peleítas, digo. Por ejemplo: tratá de ejercitar tu memoria. Recordar fechas. Cerrar bien las canillas, cerrar con llave ciertas puertas, dejá las cosas en su lugar,  te vas a evitar un montón de esas peleítas…

De repente, como si se hubiera acordado de algo, me pregunta - ¿ya tenemos hijos?

-Le muestro dos dedos y le digo: - Wafles y Gardel-

-¿QUE!? ¿Quién le puso esos nombres??

-Un labrador y un delmer- prosigo.

-son perros.!??.- vuelve a preguntar con cierto alivio.

-Sí, lo de los hijos humanos, marcha según nuestros planes, todavía… pero ya tengo ganas de comenzar con esa parte de la vida-

Se queda otra vez en silencio, y comienza a caminar de un lado para otro

¿Te gusta como viven?

- El depto nos va a quedar chico…así que después de un tiempo, nos mudamos a una casa,  que ahora nos queda grande.

-¿viajan?

-Es una de las cosas que más nos gustan hacer juntos…es más preferimos hacer eso, antes que tener otras comodidades...

¿Económicamente cómo vamos?

-bien, no somos ricos-

-y…bue, pero podrías haber traído uno que otro numerito de la quiniela ya que estabas…algún numero ganador de la lotería, que se yo…no se puede venir a un casamiento  así con las manos vacías….sobre todo si venís del futuro-

-es que no sabía que iba a venir- le contesto.

-¿Pero por lo que veo parece que les va bien?-me dice en un tono burlón mirando mi panza…y agrega-…ella…también…?-

-No.-le interrumpo- ella está cada día más linda, pero por sobre todo más sabia-

De pronto, veo que se acerca una de las damas de honor, Darmy la hermana de Pao, , por suerte pareciera que no me ve. Veo que le apura para que entre, avisándole que la novia está por llegar.

Mi yo del pasado vuelve a acercarse hacia donde yo estaba (me tiré detrás de los tachos para evitar ser visto, uno nunca sabe).

-Me tengo que ir -¿Me contás un par de cosas sobre hoy?

-HOY ella va a estar hermosa, radiante. Casi no vas a probar bocado en tu fiesta de bodas, de hecho todo el mundo dijo que la comida estaba riquísima. Los mozos van a esconder debajo de una mesa los presentes para los invitados, el auto que los lleva a la fiesta se va a quedar varado afuera de la iglesia…si podés avisale a alguien para que vaya revisando que esté todo bien con el auto. Esos son algunos detalles anecdóticos…el resto va a estar todo bien…-

-¿Te puedo preguntar algo más?- me dice

-sí, claro-

-¿Te cortaste el pelo porque ella te pidió?-

Me río a carcajadas y después le digo: -no, me lo corté en verano, porque hacía calor- y agregué- pero a ella le gustó.

-Me imaginé- me dijo con una media sonrisa.

-Tenés que irte-le digo dándole la mano- hoy va a ser tu día más feliz…Y yo también tengo que irme, hoy es nuestro aniversario y esta vez  le quiero regalar a Pao un cuento sobre el día en que nos casamos…-

Entonces se despide y encara hacia la iglesia  pero antes de entrar se da vuelta y me dice:  -decile que la amo-

Y yo guiñándole un ojo le digo: -decile vos.-

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Llooooooro!

Sel dijo...

Que hermoso!!! Lagrimas"

Angélica Sánchez de Gavilán dijo...

Groso Horacio! No me quiero imaginar como lloraste vos! jajaja! Feliz aniversario!

Elda dijo...

No se porque no lo leí antes. Admiro profundamente la creatividad de Horacio. Esta por llegar el aniversario de nuevo ¡felicidades!

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