martes, 10 de abril de 2012

Cuestión de prioridades


El otro día leí en el Wall Street Journal (si, leo otras cosas aparte de Vogue, también) un articulo genial que hablaba sobre como tenemos en los centros urbanos la irritante costumbre de atribuir a todo lo que nos pasa y nos deja de pasar a la falta de tiempo. Que si estamos estresados, porque trabajamos demasiado y no tenemos tiempo para descansar, que si estamos ansiosos porque no tenemos tiempo de relajarnos, que si estamos enfermos porque no tenemos tiempo de ir al doctor, que si las familias tienen hijos cada vez mas descontrolados porque los papas no tienen tiempo de educarles, y así. La pena es que como no marque el link, se me perdió y no puedo compartirlo con ustedes, pero era tan bueno que me dejo cavilando sobre una verdad tan evidente que es de esas que en su simplicidad la damos por tacita y asumida, y seguimos adelante. Bueno, hoy no me parece que tengamos que seguir adelante.

Porque verán, últimamente me encontré con varias situaciones que devinieron en que cuando leí el articulo, se me paren las antenas. Acá hay algo que conversar, dije, y hoy finalmente encuentro las palabras que creo justas.

Porque, seamos sinceros, a menos que nuestro trabajo sea aislar la planta de Fukushima, o encontrar una cura para todos los tipos de cáncer, no se me ocurre nomas una razón cuerda para que actuemos como neoyorquinos neuróticos, yendo de aquí para alla con aires de soy-TAN-importante proclamando lo ocupados que estamos y lamentandonos por las cosas que no podemos hacer porque no tenemos tiempo por lo ocupados que estamos. Ni siquiera creo que los neoyorquinos tienen razón para ser neuróticos si nos ponemos a pensar bien.

Un viejísimo proverbio dice que "todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora". Entonces, si todo tiene su tiempo, porque cuernos me afano tanto y me paso diciendo que no tengo tiempo?

Una lectora me preguntaba el otro día como es que aprendí a correr para estar en forma, siendo que un año atrás yo era el típico caso de las que se anotan en el gimnasio y terminan yendo un par de veces. Fui así toda la vida. Y es hoy cuando puedo hilar todo junto: prioridades.

Vamos a hacer juntos un experimentin, que dicen? acá voy a poner en lista algunas de las mas comunes quejas del ciudadano urbano promedio, si se les ocurre alguna en el futuro, voy a añadir:

-"No veo a esos viejos amigos, porque no tengo tiempo"
-"No voy al medico a arreglarme-hacerme ver-chequearme porque no tengo tiempo"
-"No camino-voy al gimnasio-ni me cuido porque no me da el tiempo"
-"No llamo a mi mama-papa-abuelos porque no tengo tiempo"
-"No invierto en tiempo de calidad con mi persona amada, porque no tengo tiempo"
-"No leo, porque no tengo tiempo"

Ahora, vamos a reemplazar todas las veces que decimos que no tenemos tiempo, por NO ES MI PRIORIDAD. Auch, verdad? pero denme el gusto y probemos..

-"No veo a esos viejos amigos, porque no es mi prioridad"
-"No voy al medico a arreglarme-hacerme ver-chequearme porque no es mi prioridad"
-"No camino-voy al gimnasio-ni me cuido porque no es mi prioridad"
-"No llamo a mi mama-papa-abuelos porque no es mi prioridad"
-"No invierto en tiempo de calidad con mi persona amada, porque no es mi prioridad"
-"No leo, porque no es mi prioridad"

Como se sienten ahora? personalmente, tengo que contarles que me dio mucha vergüenza.

Pero es una llamada de atención poderosa, considerando que aquello que SI queremos o necesitamos que suceda, SI cuenta con el tiempo suficiente para que se lo dediquemos. Entonces, en definitiva, algo anda muy mal. El articulo contaba de un estudio del Despacho de Estadísticas Laborales estadounidense en el que quedaba evidenciado que si bien decimos trabajar 50 a 60 horas a la semana, trabajamos menos que eso. Y si bien decimos dormir 8 horas por día, suele ser mas. El secreto? contamos como parte de eso el tiempo que estamos en facebook, twitter, Pinterest (y no se vaya a entender como que soy una detractora de las redes sociales, lejos de eso) y demás durante el trabajo o estando en casa, y no contamos las veces que apretamos el botón de "snooze" del despertador a la mañana. No dormís 8 horas, dormís 8 horas y 40 minutos mas, por las 4 veces que apretaste el botoncito. Y no trabajaste 50 a 60 horas semanales, te colgaste en la web muchas de esas horas. Y así con cada cosa que clamamos ocupa todo nuestro tiempo.

Yo descubrí que correr me gusta, porque pongo mi música y me voy, no me aburre como estar en un gym. Entonces empece a leer, educarme, informarme sobre el tema; y al principio fue decidir hacer de eso una prioridad, después fue una disciplina.. ahora es un habito. Si no corro, me siento mal, mi cuerpo solito ya me avisa que necesito. Y si me quedo tirada una tarde (o una hora, que podría estar invirtiendo en correr) viendo pavadas en la tele, de las que probablemente no saque ni un solo rédito, ya se que decidí no hacer una prioridad de cuidar de mi ese día. Tengo que aprender a llevar esa misma experiencia a otros planos de mi vida donde todavía me falta mucho, claro, pero ahora todo como que tiene una claridad meridiana. 

La próxima vez que piense en decir que no tengo tiempo para algo, ya se que en realidad, sea lo que sea, no es mi prioridad nomas, y como adulta que soy tengo que hacerme cargo de eso. Y para serles completamente sincera, queridos, la próxima que alguno de ustedes me diga que no tiene tiempo para alguna cosa o persona también, voy a decir para mis adentros "no es nomas su prioridad", mientras les muestro una sonrisa monacal.

3 comentarios:

Sofia Bareiro dijo...

Totalmente de acuerdo contigo!

Sofia Bareiro dijo...

Lo mismo siempre pense con relaciòn al dinero, la gente tiene diferentes prioridades nomas, en casi todos los casos, uno prefiere una super camioneta, otros un autito comodo y comprar otras cosas, algunos salir a cenar o una heladera llena, todo pasa por las prioridades!

Patty dijo...

Tenés muchísima razón Pao.. Justamente ayer en la iglesia, mi pastor predicó sobre algo relacionado, es decir, que ponemos demasiadas excusas, somos demasiado perezosos y por esa razón no buscamos de Dios, por culpa de nuestra pereza, valga la redundancia, vivimos inmersos en nuestros problemas, en nuestro trabajo, en cualquier otra cosa y nos olvidamos de lo esencial "Nuestra comunión con Dios"...

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