martes, 9 de noviembre de 2010

Qué lindo tu pesebre!

Mi afición por la parafernalia navideña es legendaria en mi familia. Recuerdo un 24 de diciembre donde arreé a todos mis primitos y con la ayuda de mis hermanas los hicimos representar el Nacimiento. Todo iba bien hasta que la Virgen María tenía que comunicar su embarazo a José. El actor consumado, mi primito de 5 años, en un arranque de divo me arruinó la obra levantando un puño al aire y aullando "AH, NO, YO NO TUVE NADA QUE VER!!. La próxima Navidad nos limitamos a un coro, cada uno agarrando una velita, y todos saliéndose de tono de la canción cuando la cera comenzó a derretirse sobre las manos respectivas. En fin. Una vez que me casé y salí de la casa matriarcal, llevé conmigo mi fanatismo a mi nuevo hogar, y hace unos días, apenas entró noviembre, no aguanté más y explotó la Navidad en la residencia..Todos los años es la misma tradición, entran mis recopilaciones de música navideña que pongo a volúmen 12 en el equipo (más no me atrevo, tengo conciencia de polución sonora, y le pago con bien a mis vecinos que cada vez que pueden sacan a relucir sus cds truchos de Marco Antonio Solís y/o asociados a volúmenes que me impiden escuchar mis propios pensamientos). Entonces, al son de Santa Baby, Casting Crowns, Tony Bennett, Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Harry Connick Jr., Cancio Barreto y otros gigantes, saco de mi bolsa de papá Noel las decoraciones que todo el año espero para colgar, que son muchas y variopintas. 


En Paraguay se está perdiendo la tradición, pero era costumbre salir a recorrer el barrio y entrar a las casas de los vecinos para admirar sus pesebres* con figuras de barro, o porcelana, o paja, reconstruyendo el Nacimiento. Siempre, pero siempre (por feo que sea el pesebre) se felicitaba a la señora de la casa, diciendo: "qué lindo tu pesebre!" y uno ligaba una chipa o una tacita de clericó* (no faltaba el abusivo que tomaba una jarra) en recompensa.., y no puedo menos que decirles que, arriesgandome a quedar como esas damas que entradas en años maduros, se pasan diciendo "mi época era mejor"; extraño seriamente todas las tradiciones navideñas. La Navidad, aparte del significado espiritual que tiene para nosotros, es una época donde uno puede animarse a desear que las cosas sean mejores, una época donde saludar a los vecinos y donde comer pan dulce, un tiempo donde podés armar el arbolito contando las historias de cada adorno que se cuelga. Un tiempo donde nos derretimos de calor, pero soñamos con una nevada que haga que todo sea blanco, puro y acurrucado. Y saben qué? cada año que pasa me parece más importante no dejar morir lo que significa y lo que puede ser parte de los recuerdos felices de la familia. Y antes de arriesgarme a caer en lo cursi (primero muerta) les dejo una foto de mi decó estival. No se hagan rogar y dejen que el espíritu navideño invada sus casas y las caras largas que estas elecciones dejaron. Wiwishu amerrycrismas! 
el reno que preside la entrada a la casa
*pesebre: reproducción del Nacimiento, en cualquier tipo de figuras, preferentemente de barro
*clericó: bebida tradicional paraguaya en Navidad, hecha con frutas y vino, sidra..y últimamente lo que venga..




gracias a Dagggmy por la foto!
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